La rodilla del corredor es una de las lesiones más usuales que padece el corredor de media y gran distancia, así como la fascitis plantar. Es una nosología que se genera por sobreuso y que afecta a la cintilla iliotibial en la zona de la rodilla.
La cintilla iliotibial es el ligamento del músculo tensor de la fascia lata que nace de la zona de la cadera (trocánter mayor del fémur); el ligamento (cintilla iliotibial) baja durante la cara lateral del muslo, brinca la articulación de la rodilla para introducirse en un tubérculo óseo de la tibia, llamado tubérculo de Gerdi.
¿Por qué razón se genera?
Como antes describía, en la anatomía de la cintilla iliotibial, este ligamento brinca la articulación de la rodilla y pasa sobre un pico de hueso, anatómicamente llamado epicondilo lateral del fémur. Puesto que bien, cuando la rodilla hace flexión y extensión como ocurre a lo largo de la carrera, la cintilla iliotibial brinca sobre este pico de hueso de forma repetida, provocando dolor y también inflamación y, como consecuencia, se genera el renombrado síndrome de la rodilla del corredor.
Los factores por los que se genera esta lesión son primordialmente biomecánicos, encontrando entre estos, los siguientes:
- Una pierna más corta que otra con una diferencia entre una pierna y otra de más 0,5 centímetros.
- Perturbación del eje de la rodilla .
- Artrosis naciente de cadera que provoque limitación de la movilidad.
Estos factores biomecánicos son estructurales, más asimismo van a existir factores biomecánicos funcionales, es decir: acortamientos, debilidad muscular o bien perturbaciones en el pie, los más frecuentes son:
- Debilidad del glúteo medio y psoas, generando una caída y rotación interna de la cadera.
- Debilidad del cuádriceps eminentemente por el amplio interno.
- El disbalance muscular entre el bíceps femoral y semitendinoso-semimembranoso.
- Debilidad de los músculos del tobillo, eminentemente el ligamento tibial siguiente y precedente.
- Acortamiento del tensor de la fascia lata y su cintilla iliotibial.
- Hiperpronación del retropié.
- Debilidad del músculo peroneo lateral largo asociado a un primer metatarsiano hipomóvil, lo que provoca que en la fase de despegue a lo largo de la carrera pueda favorecer la inflamación del ligamento del ligamento de la fascia lata.
En suma, todos y cada uno de los factores previamente citados van a provocar un incremento de la rotación interna de la cadera, de la rodilla y una hiperpronación del pie, provocando un exceso de tensión en la cintilla iliotibial y favoreciendo la inflamación de exactamente la misma.
Es esencial tener en consideración que jamás hay una perturbación aislada; sino acostumbran a convivir múltiples de estas perturbaciones.
Además de esto, debemos agregar los factores extrínsecos como son la técnica de carrera, el género de calzado y/o terreno, que asimismo pueden influir en la aparición de esta lesión.
¿Cuáles son los síntomas?
El dolor en la zona externa de la rodilla es el síntoma primordial de la rodilla del corredor, que solo aparece al correr, subir o bien bajar escaleras.
Ante presión, se genera dolor en la zona lateral de la rodilla e inclusive durante toda la cintilla iliotibial. Esto es debido a la existencia de puntos gatillo.
¿Exactamente en qué consiste el diagnóstico?
Esta nosología es de simple diagnóstico en tanto que se fundamenta primordialmente en la exploración clínica, más sí es esencial descartar otras nosologías que pueden causar dolor muy semejante, como la condromalacia rotuliana, la tendinitis del poplíteo o bien del bíceps femoral, degeneración del menisco externo, etcétera En estos casos va a ser de enorme utilidad la ecografía o bien la resonancia imantada.
¿Cuál va a ser el tratamiento de la rodilla del corredor?
El tratamiento va a ir enfocado eminentemente a corregir las perturbaciones biomecánicas, a través de estiramientos, fortalecimientos, técnicas de fisioterapia como son la EPI guiada por ecografía, punción seca, diatermia por radiofrecuencia, ondas de choque y aconsejar al corredor en la técnica de carrera, género de adiestramiento y zapatillas.
El estudio de la pisada va a ser de vital relevancia para advertir cualquier perturbación biomecánica que este provocando un incremento de tensión de la cintilla sobre el hueso, provocando la inflamación repetida.
Para compensar y alterar las perturbaciones biomecánicas se emplearán ortesis plantares a la medida.
Si todo el tratamiento anteriormente mentado fracasa, va a estar indicado comenzar una segunda fase de tratamiento en la que se usarán técnicas de infiltración guiadas por ecografía, así sea con plasma rico en plaquetas, Orthokine e inclusive colágeno, para desinflamar y regenerar el ligamento.