ciatica

La ciática afecta a un elevado número de personas

La ciática afecta a un elevado número de personas que presentan dolor en la pierna asociado al dolor lumbar. Su adecuada orientación diagnóstica y terapéutica es esencial para su resolución.

Dolor lumbar

El dolor lumbar es un inconveniente exageradamente usual. Llega a representar la segunda causa de dolor crónico a nivel del mundo. Y es el segundo motivo de consulta más usual en los servicios de emergencias. Forma además de esto la primordial causa de absentismo laboral.

La influencia del dolor lumbar se extiende a nivel social, profesional y laboral. Llega a considerarse un problema médico público por el elevado consumo de recursos que supone a los sistemas de salud.

Dolor lumbar y en miembro inferior: ciática

La asociación de dolor en el miembro inferior al dolor lumbar es usual.

En el momento en que un paciente padece esta presentación clínica, en general famosa como ciática, diferentes factores pueden estar influyendo. Diferentes estructuras pueden estar perjudicadas, como articulaciones, músculos, discos intervertebrales, nervios, etc.. Y los mecanismos por los que aparece el dolor del paciente relacionarse aproximadamente con esto, a través de mecanismos nociceptivos, inflamatorios, neuropáticos, de sensibilización central…

Muchos son los movimientos y funciones perturbadas en el momento en que un paciente padece ciática. Continuar de pie puede provocar el dolor, o bien continuar sentado, en ocasiones aun reposar tumbado en cama.

Ciática y dolor neuropático

La asociación de dolor en el miembro inferior al dolor lumbar es usual. La naturaleza de esta asociación de síntomas se relaciona normalmente con los diferentes mecanismos del dolor neuropático.

La IASP (Asociación Internacional para el Estudio del Dolor) define el dolor neuropático como dolor producido como consecuencia directa de una lesión o bien enfermedad que afecta al sistema somatosensorial, a nivel bien periférico o bien central. El dolor neuropático se relaciona con altos niveles de dolor, discapacidad, baja calidad de vida y baja contestación al tratamiento. Es por este motivo una situación clínica de compleja orientación terapéutica.

El dolor neuropático es un inconveniente de compleja fisiopatología y gran relevancia clínica que habitualmente se asocia con el dolor lumbar.

Tratamiento de la ciática

La fisioterapia dirigida a pacientes con dolor neuropático en el miembro inferior ofrece opciones de tratamiento basadas en la administración de movimiento pasivo y activo.

La movilización del sistema inquieto o bien neurodinámica entiende las intervenciones dirigidas a influir mecánicamente sobre las estructuras neurales o bien tejidos circundantes, directa o bien de forma indirecta, mediante técnicas manuales o bien ejercicios.

La neurodinámica deja la valoración y tratamiento del compromiso mecánico de las estructuras neurales. O bien, más específicamente, el incremento de la mecanosensibilidad neural. Identifica, mide y también procura solucionar aquellos movimientos perturbados que se comportan de forma desfavorable sobre el tejido neural. Esto es, cuando el dolor es por el nervio, es la propuesta fisioterapéutica para resolverlo.

La neurodinámica se plantea como técnica de elección indicada en la detección y tratamiento del dolor neuropático en la ciática.

Otra de las herramientas con la que los fisioterapeutas podemos asistir al paciente con ciática es el ejercicio.

La adecuada administración de ejercicios basados en la neurodinámica, técnicas de control motor lumbar, técnicas concretas de aurotratamiento a través de movilización de la columna lumbar, y/o ejercicios aeróbicos, puede resultar de relevancia.

Conclusión

La ciática es un inconveniente tan complejo como usual. Su tratamiento a través de fisioterapia adecuadamente administrado es efectivo en la mayor parte de situaciones.

En ciertos casos, acompañar el tratamiento con medicación puede resultar de ayuda. Cuando la función no puede recobrarse con tratamiento conservador, y sumado al dolor aparecen signos neurológicos negativos (pérdida esencial de fuerza o bien pérdida acusada de sensibilidad), la cirugía puede proponerse como opción. Sin embargo, atendiendo con precisión los procesos perturbados condicionantes de la clínica del paciente, la fisioterapia en general puede eludir la cirugía y ofrecer inmejorables resultados de forma no beligerante.

Qué es Fascitis Plantar

  • Uno ¿Por qué razón se genera la Fascitis Plantar?
  • Dos ¿Cuáles son los síntomas de la Fascitis Plantar?
  • Tres ¿Hay diagnósticos distinguidos para la Fascitis Plantar?
  • Cuatro ¿Cuál es el tratamiento para la Fascitis plantar?

La Fascitis Plantar es la causa más habitual de dolor en el talón y una de las causas más usuales de consulta de cirugía de pie y tobillo, la Fascitis plantar es la inflamación de la fascia plantar en su parte más proximal, esto es donde había dicho previamente en el talón.

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La fascia plantar viene desde el hueso que tiene por nombre el calcanio y viene hasta los metatarsianos, más aparte de eso tiene una continuación con los músculos siguientes de las pierna, que son los músculos gastrosoleos que están en la parte trasera de la pierna, y en el muslo, que se llaman los isquiotibiales.

¿Por qué razón se genera la Fascitis Plantar?

Esta se genera por contracturas de los músculos siguientes del miembro inferior, al tener poca flexibilidad el paciente percibirá un dolor en la planta del pie, este es una inflamación de la parte inferior o bien proximal de la fascia.

La primordial causa del dolor en la afasia plantar es, lo que había dicho previamente, de la poca contractilidad y de la carencia de estiramiento de los músculos a nivel siguiente.

Asimismo se genera en personas con obesidad, personas que tienen un arco plantar alto en el pie, asimismo en pacientes que hacen ejercicios súbitos, largos, incrementos del ejercicio, asimismo en pacientes que hacen mucho ejercicio, o bien se someten a cargas larguísimas por un tiempos prolongados.

¿Cuáles son los síntomas de la Fascitis Plantar?

Muchos de los pacientes consultan por vez primera y vienen con el diagnóstico de que tienen un Espolón Calcanio, y el Espolón no es la causa del dolor, el espolón es una clasificación de la fascia plantar en la parte proximal y esa no es la causa de su dolor.

La causa es un dolor en la parte proximal a nivel del talón y en la zona medial y se genera prácticamente siempre y en toda circunstancia en las horas de la mañana, cuando el paciente tras estar contracturado toda la noche por tener relajados los pies, dará los primeros pasos, y al dar los primeros pasos entonces sentirá de manera inmediata un dolor, y más tarde se va mejorando. Y asimismo se genera después las jornadas de trabajo, al concluir el día y más tarde le va a comenzar a doler en todo instante.

¿Hay diagnósticos distinguidos para la Fascitis Plantar?

Hay que distinguir por el hecho de que hay otro género de nosologías como son la tendinitis de uno de los músculos o bien de los ligamentos que tiene por nombre el flexor largo de los dedos, entonces hay que distinguir esta nosología o bien fracturas por estres del calcanio, por estres me refiero a la factura que se genera en pacientes, como son un caso más claro, los soldados que andan jornadas larguísimas, el hueso se fatiga y se puede llegar a generar una fractura.

¿Cuál es el tratamiento para la Fascitis plantar?

Para el tratamiento de la Fascitis plantar hay que manejar un par de  aspectos, el primero y el más esencial que son los ejercicios para vencer la contractura de la fascia plantar y de la musculatura isquiotibial, esto es la musculatura que va tras la pierna y el muslo.

Y el segundo aspecto es prosperar y eludir que la fascia plantar se prosiga inflamando. Háblenos de los ejercicios para el tratamiento de la Fascitis Plantar. Me agradaría destacar que los ejercicios es esencial efectuarlos múltiples veces al día, un mínimo de 3 veces al día, con las dos extremidades, de esta forma sea uno solo uno de los talones el que duele. lo idóneo sería hacerlos en la mañana quince veces con cada pierna, al mediodía quince veces con cada pierna y en la noche quince veces con cada pierna.

Hay que destacar 3 aspectos de los ejercicios. Primero, que los debe hacer la persona, absolutamente nadie los hará por ellos. Segundo, que los ejercicios no mejoran velozmente a las personas, más son los que se ha comprobado que en el tiempo curarán totalmente el inconveniente de Fascitis Plantar y su dolor del talón el tercero y más esencial que hay que destacar es que los ejercicios en un inicio aumentan el dolor, entonces esta es una de las mayores causas por las que los pacientes abandonan el tratamiento, por el hecho de que  aguardan que con los ejercicios se mejoren de forma inmediata y eso no va pasar.

El hecho de hacer los ejercicios en un inicio va a acrecentar el dolor, y ese incremento es variable de paciente en paciente, hay pacientes a quienes el dolor les dura una 2, 3, 4 semanas mas hay pacientes a quienes eso les puede perdurar hasta 2 o bien 3 meses. Lo esencial es jamás parar de hacer ejercicios

¿Como manejar la inflamación?

Entonces ahí viene el segundo aspecto, que es manejar la inflamación y eludir que la fascia plantar se prosiga inflamando. En un inicio mandaremos un fármaco inyectado y un fármaco tomado que va a quitarle el dolor al paciente, en la enorme mayoría de los pacientes, a lo largo de 2 o bien 3 semanas y eso va a dejar que ese dolor inicial de los ejercicios que les terminé de mencionar se minimice o bien se termine completamente.

Hay que tomar en consideración que estos fármacos van a calmar el dolor a lo largo de 2 o bien 3 semanas absolutamente mas no vayan a pensar que se curaron, la idea es un alivio temporal a fin de que aprovechen hacer los ejercicios más ahora y cuando el medicamente acabó su función en las 2 o bien 3 semanitas, ya han adelantado los ejercicios y probablemente no les dará tan duro ni les hará tanto dolor en el instante de hacer los ejercicios.

¿Recomendaciones en el tratamiento de la Fascitis Plantar?

Otro aspecto esencial para  eliminar el dolor y desinflamar es poner hielo en la planta del pie, en el talón. ¿Eso de qué manera lo conseguimos? con un tarro de gaseosa o bien de agua que sea plástico, lo sostenemos congelado y cuando tengamos dolor o bien siempre y en toda circunstancia tras hacer los ejercicios, hacemos un masaje con este tarrito unos 15 minutos ¿Por qué razón 15 minutos? por el hecho de que diez minutos va a desinflamar, mas 15 ayuda a eliminar el dolor, más de 15 ya quema. Otra cosa esencial para eludir que la fascia  Plantar se prosiga inflamando, es el empleo conveniente del zapato.

El zapato habría de ser un zapato en toda ocasión acolchado, un zapato acolchado, que no deje que el talón esté haciendo impacto. Eso en términos prácticos es utilizar en la casa zapatos Crocks que tengan soporte atrás, emplear un tenis de cámara de aire, emplear sandalias de las de playa de suelas gruesas y tengan soporte atrás. Y en la calle cualquier zapato que tenga exactamente las mismas características: una suela gruesa que sea acolchada. Y en esos zapatos que no tenemos suela gruesa o bien acolchada, idealmente meterles unas taloneras de silicona para bajar el impacto.

Los tacones que utilizan las mujeres, generalmente con los tacones sentirán un descanso del dolor. Los tacones les aliviaran el dolor más están empeorando la enfermedad. ¿Por qué razón? Por 2 razones, generalmente los tacones son duros, entonces están incrementando el impacto sobre el talón y por otra razón están incrementando la contractura. Y si la persona persiste con dolor en la mañana cuando da el paso inicial mandamos o bien les pusimos unas férulas nocturnas a fin de que las personas duerman con ellas y reduzca ese dolor que ocurre en la mañana con el paso inicial.

Si a los 3 meses la persona persiste con dolor, ya pensamos en una infiltración local más nunca dejamos de hacer los ejercicios, los ejercicios deben continuarse. Si a los 4 meses y medio la persona persiste con dolor, podemos meditar en hacer estudios complementarios para descartar ciertas nosologías diferenciales que les diagnosticase. En ocasiones pensamos en una segunda infiltración. Si el paciente llega a los 6 meses con dolor, hay una alternativa que lleva por nombre ondas de choque, donde hacen unos impulsos, mas del mismo modo el paciente debe persistir haciendo los ejercicios. Y solo se piensa en cirugía cara los 9 meses, el paciente persiste con dolor y hemos descartado algún otro género de nosologías.

Es rarísimo en la actualidad que, si el paciente es reflexivo y hace sus ejercicios y todas y cada una de las instrucciones, llegue a precisar la cirugía.

El primer ejercicio para hacer el estiramiento, el propósito es hacer el estiramiento de la fascia plantar y de toda la musculatura que queda en la parte trasera de la pierna y del muslo, y de la columna. Entonces en el primer ejercicio debemos poner el pie, si la camilla lo deja, poner el pie a la vera de la camilla y si donde hacen los ejercicios no lo deja debemos ponerlo de esta forma a fin de que la columna no padezca, lo otro esencial es sostener la rodilla estirada y el pie cara arriba. Y la persona con las 2 manos, pues ha de ser con las 2 manos se mantiene en la situación que más deje estiramiento, ciertas personas llegarán hasta este lugar, otras quedará aquí y otras solo llegan hasta la rodilla en dependencia de la contractura que tengan.

Lo esencial es que hagan el máximo esmero y se mantengan ahí, el ejercicio se debe mantener unos quince segundos, la persona debe contar hasta 15 segundos en todos y cada extremidad y más tarde mudar la extremidad.
Más tarde a eso cambia la extremidad, pone la otra extremidad en situación conveniente a fin de que la columna no padezca, rodilla estirada, pie para arriba y las 2 manos hasta donde lo deje, y vuelven entonces a contar quince.
Ahí va una tanda, deben hacer 15 sesiones en la mañana, 15 sesiones en la tarde con cada pie y 15 sesiones en la noche con cada pie, mínimo.

El segundo ejercicio se debe hacer en una escalera que sea firme, la persona ha de estar segura, apoyada apropiadamente, apoyada con los 2 pies, en forma firme, un pie debe quedar en forma firme en la escalera, el otro pie estará en la punta de la escalera, tratando de que el talón toque el piso, para estirar toda la musculatura siguiente de la pierna.

La persona estira al límite con una situación conveniente de la columna, cogida con las 2 manos a fin de que no se caiga y contará quince. Entonces cambia de pie, el otro pie es el que estira, a fin de que estire la musculatura de los gastronemios y vuelve y cuenta quince. Este es un solo ejercicio, debe hacer 15 veces con cada pie en la mañana, al medio día y en la noche.

El tercer ejercicio se hace frente a una pared, las manos se ponen de manera cómoda en la pared, pondremos un pie lo más adelante posible y el otro pie lo más atrás posible, los talones siempre y en toda circunstancia han de estar apoyados en el piso, el pie de adelante va recto, va derecho; el pie de atrás, la punta del pie de atrás debe mirar el talón del de adelante. Doblaremos la rodilla de adelante lo que más pueda sin levantar el talón, estiraremos la rodilla de atrás lo que más dé sin estirar el talón. La columna ha de estar cómoda y se mete la nalga para plegar la rodilla. El paciente debe contar hasta quince, y después cambia de pierna. Del mismo modo el pie de adelante va lo más adelante posible, el de atrás lo más atrás posible, el pie de adelante va derecho, el pie de atrás debe mirar el talón del de adelante, la rodilla de atrás va estirada, y la rodilla de adelante flejada, columna cómoda y vuelve y cuenta quince.

¿Por qué razón me duele en el momento en que me muevo?

Cuando a muchos pacientes les intento explicar que el dolor crónico no siempre y en toda circunstancia debe ver con una lesión en sus músculos, ligamentos o bien diferentes estructuras tisulares, por norma general me encuentro con una contestación que tiene mucha lógica: ¿entonces por qué razón siento el dolor al moverme o bien al efectuar ejercicios?

Desde ahí todo se dificulta, pues verdaderamente son pensamientos que o agobian y crean malestar al paciente (¿estoy desquiciado?) o les crea una situación de incomprensión y también indefensión (¡todo cuanto me habían contado es patraña!).

Con lo que voy a procurar, en esta entrada, dar una contestación fácil, conforme los conocimientos actuales de neurobiología del dolor tanto para los pacientes que podáis leer esto para aquellos profesionales que os hayáis encontrado en exactamente la misma situación que, y ahorraros muchos quebraderos de cabeza..

Para entender lo siguiente hay que explicar el término de neuromatriz. Una neuromatriz es el conjunto de conexiones sinápticas (conexiones entre las diferentes neuronas) que se generan en el cerebro cuando recibimos un determinado estímulo. Este estímulo puede ser externo (un golpe, calor, el viento en la cara) o bien asimismo "interno" (el estiramiento de un músculo, la subida de presión arterial, la vejiga llena...). Aun un estímulo interno bien poco o bien nada tangible puede activar la neuromatriz (estado anímico, sensación específica...).

Estas neuromatrices, se conocen por medio de los estudios de Resonancia Imantada Funcional (MRIf). Si bien, todavía queda mucho por saber, lo que sí se conoce es que las neuromatrices vienen determinadas genéticamente, y se marchan alterando con la experiencia y las influencias culturales. Sin pensamos en ello, esto supone que, puesto que además de esto cada estímulo diferente activa una o bien múltiples específicas, y dada la dificultad del entramado inquieto cerebral, el número posible de neuromatrices es infinito. Pese a ello, los estudios de MRIf nos muestran que, frente a un mismo estímulo, todos y cada uno de los sujetos "sanos" activan exactamente las mismas áreas cerebrales, solo con pequeñas diferencias.

Cada neuromatriz, una vez activada, dependiendo del procesamiento del resto de estímulos que recibimos, genera una contestación (o bien múltiples) llamada neuroetiqueta, la que puede ser una acción (si me quemo, retiro la mano) o bien una sensación (si me quemo, siento dolor).

Es esencial reseñar, en paralelo, que el acervo cultural influye de forma fundamental en de qué manera respondemos frente a un determinado estímulo: es parte de ese conjunto de experiencias que pueden ir alterando una neuromatriz. De esta manera, los judíos, por poner un ejemplo, viven la enfermedad y el dolor de una forma muy, muy diferente a como lo hace la cultura meditérranea.

Ahora bien, esto no determina que el hecho de activar una neuromatriz vaya a hacernos contestar siempre y en toda circunstancia igual ante ese hecho. Pongamos un caso, cuando llevamos un tiempo sentados, los receptores de presión informan de un estímulo de "presión excesiva" que no genera la neuroetiqueta "sentir dolor por presión excesiva" pues tras percibir la información del resto de estímulos externos y procesar dicha información agregando, además de esto, lo que podríamos llamar el contexto consciente (por servirnos de un ejemplo, estoy sentado pues necesito estudiar para un examen mañana), decide ejecutar la neuroetiqueta "mudar de postura". No obstante, esa contestación puede ser muy, muy diferente si el contexto es diferente (estoy en una asamblea y me puedo levantar) o bien si me he caído de trasero en la silla, si bien todas y cada una activen la neuromatriz "presión excesiva".

Las neuroetiquetas son como aprendizajes que nuestro cerebro hace. Igual que frente a un inconveniente que nos hallamos una vez lo razonamos (por poner un ejemplo, cuando tenemos que hacer por vez primera un camino con el vehículo), nuestro cerebro procesa la información para producir la contestación más conveniente posible. Si esa situación se da muy frecuentemente (cuando ya hemos hecho muchas veces ese camino en vehículo) o bien resulta singularmente relevante, ese aprendizaje se "memoriza" y solo procuramos de forma "automática" una contestación frente a un determinado estímulo (y ya no pensamos de qué manera ir cara ese sitio, ponemos el "conduzco automático").

Pues ya hemos pasado la parte bastante difícil. De ahora en adelante todo es carretera sin apenas obstáculos.

El inconveniente de todo lo precedente es que las neuromatrices son muy inespecíficas, y un mismo estímulo puede activar múltiples al unísono. Asimismo, múltiples estímulos simultáneos (que activen múltiples matrices) pueden dar una contestación única que se "memoriza" y se asocie a una neuromatriz incorrecta. Y acá empieza la explicación motivo de esta entrada: ¿por qué razón afirmas que el tejido y el músculo pueden estar bien pese a que me duele al moverme?

Por poner un ejemplo. Tengo una entrevista de trabajo esta mañana, y al agacharme a abrocharme los cordones de los zapatos me quedo "enganchado", con un dolor agudo en la zona lumbar que no me deja ponerme erguido y mucho menos conducir, lo que hace que no pueda ir a una ocasión de trabajo prácticamente única, en mi campo, con un buen salario y en un proceso de selección en el que era uno de los 3 finalistas.

Examinemos la situación en función de todo lo expuesto. Al quedarme enganchado activo la neuromatriz (por alguna lesión en un músculo, por servirnos de un ejemplo) del dolor, que emite la neuroetiqueta "sentir dolor". Mas al unísono recibía el estímulo "deseo agacharme a anudarme los cordones" lo que estaba produciendo la neuroetiqueta "agáchate". Como la situación ha sido en especial relevante (he perdido un trabajo y el dolor es intensísimo, además de esto), esta contestación queda "grabada", lista para procurarla ante situaciones semejantes.

Ahora bien, dada la inespecifidad de las neuromatrices, y la coincidencia de muchas de ciertas áreas cerebrales activadas en muchas de ellas, el sistema se puede sensibilizar y asociar esa contestación (sentir dolor) tanto al estímulo "lesión muscular" como al estímulo "tu columna lumbar se está flexionando".

De ahí que, aun una vez superada la lesión tisular, puedes estar sintiendo dolor al efectuar exactamente el mismo movimiento (o bien situación, o bien periodo de agobio...) a lo largo de un largo tiempo.

La parte positiva es que, igual que cualquier aprendizaje equivocado, podemos instruir al sistema nervioso a fin de que "desaprenda" esa relación, y en el ejemplo puesto el ejercicio gradual podría ser uno de los sistemas.

Tip Fisoterapia Deportiva: Protocolo RICE

Muy frecuentemente tras la práctica deportiva nuestro cuerpo se aqueja de diferentes molestias tras golpes y también impactos que se generan en las diferentes modalidades de prácticas deportivas, y es uno mismo, el que en un primer instante procura tratarse.

¿Quién no se ha puesto hielo en un tobillo, rodilla…y ha elevado la pierna tras una contusión?.

Son acciones que se describen en un protocolo llamado “RICE”, que como podréis imaginar no tiene ninguna relación con el “arroz” como podríamos imaginar por su traducción, sino más bien un protocolo de tratamiento inmediato por antonomasia en la lesión de los tejidos blandos.

La palabra “RICE” procede de, Reposo, Ice (hielo), Compresión y Elevación.

El principal objetivo de estos 4 medios no es otro sino más bien el de supervisar el sangrado producido tras una lesión muscular.

Bleakney en una investigación efectuada en el año dos mil cuatro, prueba que no hay ensayo clínico que valide el protocolo, a pesar de ello hay pruebas científicas sobre la adecuación de los diferentes componentes de este derivándose la certeza en una gran parte de estudios experimentales.

Jarvinen y cooperadores suyos entre los años dos mil cinco y dos mil siete, hallaron resultados positivos con relación al Reposo y la sanación del tejido blando (menos sangrado, menos cicatriz de reparación, se evita la retracción de los extremos en las rupturas musculares…).

Hurme en mil novecientos noventa y tres, Trato en dos mil dos y Schaser en dos mil siete nos prueban que el empleo del Ice de forma inmediata tras la lesión reduce significativamente el hematoma, reduciendo la inflamación y la necrosis tisular y acelerando de este modo la regeneración más tarde del tejido.

No sabemos de forma acertada si la Compresión aplicada de forma temprana sobre la zona lesionada acelera la cicatrización, lo que si sabemos por una investigación de Torzón en mil novecientos noventa y siete es que la compresión reduce el flujo sanguíneo intramuscular de la zona lesionada.

Actualmente la aplicación de frío más compresión es la más empleada en el entorno deportivo sobre todo en las seis primeras horas en sesiones de 15-20 minutos a intervalos de treinta-sesenta minutos conforme Schaser.

En lo que se refiere a la Elevación, la única justificación se fundamenta en los principios básicos de la fisiología y traumatología. Una elevación de la zona sobre el nivel cardiaco genera una minoración en la presión hidrostática y por lo tanto reduce la acumulación de líquido intersticial.

Que nuestros pacientes atletas principiantes o profesionales, sepan todo lo que es posible sobre esta clase de protocolo, nos interesa para una mejor y más veloz restauración de su lesión. Aunque siempre teniendo en cuenta que los profesionales que desarrollan su actividad en los Centros de Fisioterapia Deportiva (los Fisioterapeutas), son los que deberán de aconsejarnos durante la duración de la lesión.

La enfermedad de Dupuytren

Se trata de una afección crónica de la mano, que provoca la flexión progresiva y permanente de ciertos dedos cara la palma de la mano, limitando su función. El anular resulta perjudicado con una mayor frecuencia, seguido de los dedos meñique, corazón y el índice.

Está provocada por el engrosamiento y la retracción en la mano, de la membrana conjuntiva y fibrosa que forma la envoltura de los ligamentos flexores de los dedos (aponeurosis palmar).

Afecta fundamentalmente a hombres de más de cincuenta años. Las mujeres se ven perjudicadas en edades más avanzadas y con menor intensidad. Generalmente, no hay una causa aparente, si bien aparece con una mayor frecuencia en determinados trabajadores manuales que usan herramientas vibradoras. La diabetes, el consumo de antiepilépticos, el alcoholismo o bien el tabaquismo pueden favorecer su aparición. Por otro lado, hay una predisposición genética.

Fases de la enfermedad:

Uno. Fase temprana o bien precoz: aparece un nódulo indoloro y también indiferente a nivel del pliegue palmar. Hay engrosamiento de la fascia.

Dos. Fase activa o bien proliferativa: se empieza la contracción, el primer signo es la palpación de una cuerda proximal al nódulo. Se adhiere la piel a la fascia.

Tres. Fase avanzada o bien involución: desaparición de los nódulos y producción de la contractura articular a nivel de la articulación metacarpofalángica y también interfalángica proximal. Capacitación de cuerdas o bien bandas firmes afines al ligamento.

Cuatro. Fase residual: solo existen bandas fibrosas retraídas.
El tratamiento es quirúrgico y está indicado cuando las articulaciones comienzan a doblarse y el paciente no puede estirar totalmente el dedo.

Los objetivos de la fisioterapia tras la cirugía están dirigidos a:

  • Sostener la extensión conseguida en la operación.
  • Disminuir al mínimo los efectos del edema y las cicatrices postoperatorias.
  • Recobrar la flexión y la fuerza de la mano.

Se efectuarán una serie de estiramientos y movilizaciones de tejidos blandos como movilizaciones articulares y se dará un programa de ejercicios  para ganar el máximo rango de movimiento. Aspectos a tener en cuenta:

Control de Edema: si no se soluciona de manera rápida, puede conducir a fibrosis periarticular y contractura permanente, con lo que se aconseja la elevación del miembro y la realización de ejercicios activos para asistir a prevenirlo. Si el edema persiste se aconseja emplear vendajes compresivos, como la utilización de ultrasonido, baños de contrastes y asimismo vendaje neuromuscular.

Tratamiento de la cicatriz: se deben instruir al paciente las técnicas de masaje y movilización del tejido a fin de que las realice en casa 2 o bien 3 veces al día, en tanto que es fundamental eludir que se formen adherencias en el tejido. Asimismo, se aconseja el empleo de una férula palmar.

Ejercicios funcionales: es esencial trabajar con el paciente efectuando actividades de mano a través del empleo de power web, como ejercicios con flexibles de diferentes resistencias para eludir que la musculatura del antebrazo y mano se atrofien.

Ejercicios propioceptivos y texturas: en muchas de las ocasiones estos dos factores se ven comprometidos y en consecuencia no debemos dejar pasar los estímulos propioceptivos en tanto que a través de estos regularan la dirección y rango de movimiento, dejará reacciones y contestaciones automáticas.

Fisioterapia a partir de los sesenta

Caídas y Fracturas de Colles

Las caídas en los adultos mayores son bastante usuales debido a la pérdida de equilibrio, coordinación, reflejos y al deterioro de las condiciones físicas normalmente derivado del envejecimiento. Una de las consecuencias más usuales de estas caídas es la fractura de colles. La fractura se reconoce por la situación que adopta la mano, se genera una deformidad en la muñeca en forma de tenedor.

La fractura de Colles es una fractura del antebrazo (en su zona más próxima a la muñeca), en concreto del tercio distal de radio. Acostumbra a darse en personas que caen hacia adelante y apoyan la mano extendida para frenar la caída, esta fractura se ve facilitada en el caso de sufrir osteoporosis.
Tras el tratamiento médico, estas fracturas deben rehabilitarse con fisioterapia para lograr la funcionalidad total de la articulación.

El tratamiento rehabilitador va a tener como objetivos:

- Minoración del edema.
- Minoración del dolor.
- Tratamiento de la cicatriz y adherencias en caso de ser intervenida quirúrgicamente.
- Restauración del rango de la movilidad articular normal.
- Potenciación de la musculatura perjudicada.
- Lograr la funcionalidad total para la introducción a las actividades de la vida diaria.

Es fundamental en esta clase de fracturas la prevención, que pasa eminentemente por un buen mantenimiento del estado físico. Una vida activa, con realización del ejercicio diario, va a ayudar a progresar la agilidad, coordinación, equilibrio y la función de todo el organismo, reduciendo de este modo de forma notable la probabilidad de padecer una caída.

En TresSalud podemos asistirte tanto a prevenir con programas de ejercicio terapéutico como a tratar la lesión si ya la has sufrido.

El ejercicio ¿tratamiento efectivo contra la depresión?

Hoy nos haremos eco de esta noticia publicada en el New York Times,  conforme con 3 estudios recientes, el ejercicio puede ser un tratamiento efectivo contra la depresión e inclusive podría asistirnos a no caer en ella. Estos estudios reúnen los resultados de investigaciones precedentes en las que participaron más de un millón de hombres y mujeres y, en conjunto, sugieren meridianamente que efectuar ejercicio regularmente afecta nuestro cuerpo y cerebro de tal modo que nos vuelve resistentes a la desesperación.

A lo largo de un buen tiempo, los científicos se han preguntado si el ejercicio físico afecta la salud mental y de qué manera lo hace. Si bien sabemos que el ejercicio altera el cuerpo, todavía no es claro de qué manera este afecta el estado anímico y las emociones.

Los estudios que se han hecho anteriormente a veces han generado confusión en vez de aclarar el género de conexiones que hay entre cuerpo y psique. Ciertos ensayos controlados y aleatorizados han encontrado que los programas de ejercicio, los que de manera frecuente implican una travesía, calman los síntomas en las personas con depresión grave.

No obstante, muchos de estos estudios son parcialmente pequeños o bien tienen otras deficiencias científicas. Un análisis esencial de estudios relacionados con el ejercicio y la depresión efectuado en dos mil trece concluyó, con base en la patentiza libre en ese instante, que era imposible establecer si el ejercicio mejoraba esta condición. Otros análisis precedentes asimismo se han preguntado si la patentiza ha sido suficientemente clara para aseverar que el ejercicio puede prevenir la depresión.

No obstante, un conjunto de estudiosos sobre salud pública en el campo internacional estimó que estudios recientes y un análisis más estricto de la patentiza estadística podrían ofrecer razonamientos en favor del ejercicio como tratamiento y protección contra la depresión.

Con lo que, para realizar estos nuevos análisis, primero reunieron todos y cada uno de los datos más recientes y los estudios mejor diseñados sobre depresión y ejercicio.

Después, en el que quizás sea el más renovador de estos nuevos estudios, publicado el mes pasado en Preventive Medicine, se concentraron en la cuestión de si el ejercicio podía asistir a eludir que una persona desarrollase depresión.

Los científicos sabían que muchos de los estudios precedentes en torno a este tema habían dependido de que las personas reportaran la cantidad de ejercicio que hacían. No obstante, los humanos tendemos a ser poquísimo fiables en lo que se refiere a lo que recordamos sobre el ejercicio que hicimos.

Con lo que los estudiosos decidieron utilizar solo estudios que habían medido de forma objetiva el acondicionamiento aeróbico de los participantes, el que aumenta o bien reduce en dependencia de cuánto se ejercita alguien. Además, determinaron la salud mental de sus participantes con una prueba estándar al comienzo y al final de los estudios; el tiempo de seguimiento demandó que los estudios se realizasen a lo largo de por lo menos un año o bien, de preferencia, más tiempo.

Por último, hallaron múltiples estudios anteriores a gran escala que cumplían sus criterios. En conjunto, contenían datos de más de 1.140.000 adultos, hombres y mujeres.

En este más de millón de personas, la relación entre estupenda condición física y salud mental resultó ser notable. Cuando los estudiosos dividieron el conjunto en tercios, con base en la capacidad aeróbica de las personas, aquellas con menor condición física eran setenta y cinco por ciento más propensas a ser diagnosticadas con depresión que el conjunto de personas con la mejor condición. Aquellos en el tercio del medio fueron prácticamente veinticinco por ciento más propensos a desarrollar depresión que los que disfrutaban de la mejor condición.

En una investigación independiente (ciertos científicos participaron en los dos análisis), los estudiosos observaron si el ejercicio podría ser útil como tratamiento antidepresivo. En este análisis, publicado en el primer mes del verano en la Journal of Psychiatric Research, reunieron datos de veinticinco estudios anteriores en los que personas clínicamente diagnosticadas con depresión empezaron algún género de programa de ejercicio. Cada estudio debía incluir un conjunto de referencia que no hiciese ejercicio y fuera metodológicamente complejo en el resto de sus aspectos.

Los autores aseguraron que el conjunto de resultados probó de forma contundente que el ejercicio, de manera especial si es moderadamente extenuante —como pasear a gran ritmo o bien trotar— y supervisado (a fin de que las personas completen el programa) tiene un “efecto esencial y significativo” en la depresión. La salud mental de las personas tendió a prosperar de forma manifiesta cuando se sostenían físicamente activas.

El análisis final ofrece ciertas patentizas sobre el porqué. Publicado en el mes de febrero en Neuroscience and Behavioral Reviews, examina la bastante difícil cuestión de qué ocurre en nuestros cuerpos a lo largo de y tras ejercitarnos y de qué forma eso puede afectar y progresar nuestros estados anímicos. Los estudiosos examinaron veinte estudios anteriores en los que los científicos tomaron muestras sanguíneas de personas con depresión grave una vez que habían hecho ejercicio. Las muestras normalmente señalaron que el ejercicio reducía significativamente múltiples marcadores de inflamación y aumentaba los niveles de diferentes hormonas y otros bioquímicos que se cree contribuyen a la salud mental.

Sin embargo, los estudiosos asimismo advierten que la mayor parte de los estudios fisiológicos que examinaron eran demasiado pequeños y de cortísimo plazo, con lo que no se puede llegar a conclusiones firmes sobre el impacto del ejercicio sobre el cerebro y la tristeza.

Incluso de esta forma, estos 3 análisis presentan fuertes razonamientos a favor del ejercicio como un mecanismo para robustecer tanto la salud física como mental, aseveró Felipe Barreto Schuch, científico del ejercicio en el Centro Universitario La Salle en Canoas, Brasil, quien, así como Brendon Stubbs, maestro en King’s College en la ciudad de Londres, fue el creador primordial de todos y cada uno de los análisis.

Aún se precisan muchos otros ensayos para determinar la cantidad y el género de ejercicio ideales que puedan asistir tanto a prevenir como a tratar la depresión, afirmó el doctor Schuch.

De momento, recomendó a cualquiera que se sienta apabullado con lo que sucede actualmente, o bien con la vida generalmente, que vaya a correr o bien a dar una vuelta en bici. “El primordial mensaje” que sus colegas y mandan “es que la gente debe sostenerse activa para progresar su salud mental”.

La rodilla del corredor

La rodilla del corredor es una de las lesiones más usuales que padece el corredor de media y gran distancia, así como la fascitis plantar. Es una nosología que se genera por sobreuso y que afecta a la cintilla iliotibial en la zona de la rodilla.

La cintilla iliotibial es el ligamento del músculo tensor de la fascia lata que nace de la zona de la cadera (trocánter mayor del fémur); el ligamento (cintilla iliotibial) baja durante la cara lateral del muslo, brinca la articulación de la rodilla para introducirse en un tubérculo óseo de la tibia, llamado tubérculo de Gerdi.

¿Por qué razón se genera?

Como antes describía, en la anatomía de la cintilla iliotibial, este ligamento brinca la articulación de la rodilla y pasa sobre un pico de hueso, anatómicamente llamado epicondilo lateral del fémur. Puesto que bien, cuando la rodilla hace flexión y extensión como ocurre a lo largo de la carrera, la cintilla iliotibial brinca sobre este pico de hueso de forma repetida, provocando dolor y también inflamación y, como consecuencia, se genera el renombrado síndrome de la rodilla del corredor.

Los factores por los que se genera esta lesión son primordialmente biomecánicos, encontrando entre estos, los siguientes:

  • Una pierna más corta que otra con una diferencia entre una pierna y otra de más 0,5 centímetros.
  • Perturbación del eje de la rodilla .
  • Artrosis naciente de cadera que provoque limitación de la movilidad.

Estos factores biomecánicos son estructurales, más asimismo van a existir factores biomecánicos funcionales, es decir: acortamientos, debilidad muscular o bien perturbaciones en el pie, los más frecuentes son:

  • Debilidad del glúteo medio y psoas, generando una caída y rotación interna de la cadera.
  • Debilidad del cuádriceps eminentemente por el amplio interno.
  • El disbalance muscular entre el bíceps femoral y semitendinoso-semimembranoso.
  • Debilidad de los músculos del tobillo, eminentemente el ligamento tibial siguiente y precedente.
  • Acortamiento del tensor de la fascia lata y su cintilla iliotibial.
  • Hiperpronación del retropié.
  • Debilidad del músculo peroneo lateral largo asociado a un primer metatarsiano hipomóvil, lo que provoca que en la fase de despegue a lo largo de la carrera pueda favorecer la inflamación del ligamento del ligamento de la fascia lata.

En suma, todos y cada uno de los factores previamente citados van a provocar un incremento de la rotación interna de la cadera, de la rodilla y una hiperpronación del pie, provocando un exceso de tensión en la cintilla iliotibial y favoreciendo la inflamación de exactamente la misma.

Es esencial tener en consideración que jamás hay una perturbación aislada; sino acostumbran a convivir múltiples de estas perturbaciones.

Además de esto, debemos agregar los factores extrínsecos como son la técnica de carrera, el género de calzado y/o terreno, que asimismo pueden influir en la aparición de esta lesión.

¿Cuáles son los síntomas?

El dolor en la zona externa de la rodilla es el síntoma primordial de la rodilla del corredor, que solo aparece al correr, subir o bien bajar escaleras.

Ante presión, se genera dolor en la zona lateral de la rodilla e inclusive durante toda la cintilla iliotibial. Esto es debido a la existencia de puntos gatillo.

¿Exactamente en qué consiste el diagnóstico?

Esta nosología es de simple diagnóstico en tanto que se fundamenta primordialmente en la exploración clínica, más sí es esencial descartar otras nosologías que pueden causar dolor muy semejante, como la condromalacia rotuliana, la tendinitis del poplíteo o bien del bíceps femoral, degeneración del menisco externo, etcétera En estos casos va a ser de enorme utilidad la ecografía o bien la resonancia imantada.

¿Cuál va a ser el tratamiento de la rodilla del corredor?

El tratamiento va a ir enfocado eminentemente a corregir las perturbaciones biomecánicas, a través de estiramientos, fortalecimientos, técnicas de fisioterapia como son la EPI guiada por ecografía, punción seca, diatermia por radiofrecuencia, ondas de choque y aconsejar al corredor en la técnica de carrera, género de adiestramiento y zapatillas.

El estudio de la pisada va a ser de vital relevancia para advertir cualquier perturbación biomecánica que este provocando un incremento de tensión de la cintilla sobre el hueso, provocando la inflamación repetida.

Para compensar y alterar las perturbaciones biomecánicas se emplearán ortesis plantares a la medida.

Si todo el tratamiento anteriormente mentado fracasa, va a estar indicado comenzar una segunda fase de tratamiento en la que se usarán técnicas de infiltración guiadas por ecografía, así sea con plasma rico en plaquetas, Orthokine e inclusive colágeno, para desinflamar y regenerar el ligamento.

Criterios clínicos de clasificación del dolor

El reconocimiento en consulta de los mecanismos de dolor, resulta imprescindible en el momento de diseñar el manejo del paciente. Si bien pueda tratarse de un conocimiento bastante básico, se ha querido efectuar un recuerdo de los criterios de clasificación del dolor desde un estudio Delphy publicado en dos mil diez. Con esta clase de estudios, se pretende llegar a un acuerdo a través de la discusión entre especialistas y en un caso así la discusión se centró en acordar los criterios clínicos para determinar la predominancia del dolor músculo-esquelético.

En este estudio se reunieron signos y síntomas propios de cada categoría de dolor (nociceptivo, neuropático periférico y sensibilización central) tanto de un análisis subjetivo como de una exploración clínica, estableciendo el nivel conforme y el ranking de cada uno de ellos entre los participantes. El resultado fue la identificación de: doce criterios de identificación de dolor nociceptivo (ocho subjetivos y cuatro examen clínico), catorce criterios de dolor neuropático periférico (nueve subjetivos y cinco examen clínico) y diecisiete de dolor central (trece subjetivos y cuatro examen clínico) con un nivel alto de acuerdo.

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