Muy frecuentemente tras la práctica deportiva nuestro cuerpo se aqueja de diferentes molestias tras golpes y también impactos que se generan en las diferentes modalidades de prácticas deportivas, y es uno mismo, el que en un primer instante procura tratarse.
¿Quién no se ha puesto hielo en un tobillo, rodilla…y ha elevado la pierna tras una contusión?.
Son acciones que se describen en un protocolo llamado “RICE”, que como podréis imaginar no tiene ninguna relación con el “arroz” como podríamos imaginar por su traducción, sino más bien un protocolo de tratamiento inmediato por antonomasia en la lesión de los tejidos blandos.
La palabra “RICE” procede de, Reposo, Ice (hielo), Compresión y Elevación.
El principal objetivo de estos 4 medios no es otro sino más bien el de supervisar el sangrado producido tras una lesión muscular.
Bleakney en una investigación efectuada en el año dos mil cuatro, prueba que no hay ensayo clínico que valide el protocolo, a pesar de ello hay pruebas científicas sobre la adecuación de los diferentes componentes de este derivándose la certeza en una gran parte de estudios experimentales.
Jarvinen y cooperadores suyos entre los años dos mil cinco y dos mil siete, hallaron resultados positivos con relación al Reposo y la sanación del tejido blando (menos sangrado, menos cicatriz de reparación, se evita la retracción de los extremos en las rupturas musculares…).
Hurme en mil novecientos noventa y tres, Trato en dos mil dos y Schaser en dos mil siete nos prueban que el empleo del Ice de forma inmediata tras la lesión reduce significativamente el hematoma, reduciendo la inflamación y la necrosis tisular y acelerando de este modo la regeneración más tarde del tejido.
No sabemos de forma acertada si la Compresión aplicada de forma temprana sobre la zona lesionada acelera la cicatrización, lo que si sabemos por una investigación de Torzón en mil novecientos noventa y siete es que la compresión reduce el flujo sanguíneo intramuscular de la zona lesionada.
Actualmente la aplicación de frío más compresión es la más empleada en el entorno deportivo sobre todo en las seis primeras horas en sesiones de 15-20 minutos a intervalos de treinta-sesenta minutos conforme Schaser.
En lo que se refiere a la Elevación, la única justificación se fundamenta en los principios básicos de la fisiología y traumatología. Una elevación de la zona sobre el nivel cardiaco genera una minoración en la presión hidrostática y por lo tanto reduce la acumulación de líquido intersticial.
Que nuestros pacientes atletas principiantes o profesionales, sepan todo lo que es posible sobre esta clase de protocolo, nos interesa para una mejor y más veloz restauración de su lesión. Aunque siempre teniendo en cuenta que los profesionales que desarrollan su actividad en los Centros de Fisioterapia Deportiva (los Fisioterapeutas), son los que deberán de aconsejarnos durante la duración de la lesión.