Elección de un buen calzado

El calzado deportivo es una herramienta fundamental en la práctica deportiva ya que de él depende en gran parte evitar lesiones y obtener un mayor rendimiento.

El calzado deportivo sirve para proteger el pie de roces y abrasiones, ejercer un efecto amortiguador entre éste y el suelo, reducir el esfuerzo de los músculos y de los tendones y tener un buen agarre a las diferentes superficies del suelo en función del deporte.

Calzado adecuado para cada deporte.

Para cada deporte es recomendable el empleo de un calzado específico.

El diseño del calzado para cada deporte presenta unas características determinadas que ayudan a mejorar el rendimiento deportivo y evitar lesiones.

Pongamos algunos ejemplos:

  • RUNNING: es necesario que el calzado sea ligero, con una buena contención de tobillo y una suela con buen agarre y amortiguación para adaptarse a distintos terrenos.
  • CLICLISMO: suela rígida para transmitir eficazmente la energía desde la pierna al pedal.
  • ESCALADA: (Pies de gato) zapato fino, apretado, adherente y flexible para una adaptación completa a la superficie.

Prevención de lesiones por culpa de un mal calzado.

Llevar un calzado inadecuado puede afectar a la salud de nuestros pies.

No contar con un buen apoyo puede repercutir negativamente en nuestra estabilidad que podrían favorecer lesiones por sobrecarga de diversa índole.

Una de las mayores causas de lesiones deportivas, sobrecargas musculares indebidas y bajo rendimiento deportivo es el empleo de calzado inadecuado.

Actualmente, el calzado deportivo ha sufrido grandes avances tecnológicos y ha cobrado mayor importancia en deportistas de élite.